Niño

martes, 21 de abril de 2009

Risas y carcajadas se escucharon afuera de la recamara, Rashid se asomó intrigadopor la algarabía. Vió las calaberas huesudas -antes sin movimiento y que adornaban las repisas en el departamento de Jassiba- bailando; tocaban sus instrumentos de madera, metal o simplemente de papel mache con un baile hermoso, estético, sincopado.
Observó la visión de Jassiba en el tiempo, en su etapa de diosa negra, de virgen negra. Se vió a sí mismo en los brazos tibios de aquella virginidad. un misterio milenario se mostro ante sus ojos, un secreto guardado celosamente en miles de iconografías de la cristiandad.

-¡María! ¡María! ¡María! - fueron las últimas palabras de Rashid al quedarse dormido sobre los pechos de Jassiba.

En la recamara se escuchó por fin el silencio... Jassiba cerró sus parpados, una sonrisa se asomó en sus labios al momento de acompañar a Rashid en el sueño.

El lugar

-A mi no, no soy el dueño, de hecho no se encuentra, vive en el segundo piso; yo en el quinto... de hecho te vas a sorprender Berenice- dijo roberto como si fuera a decir algo muy importante.

-¿De qué? -

-pues aquí todos nos conocemos, espero que no te incomode... digo si eres aislada, quiero decir... bueno ya conoceras a los demas. -

Berenice sonrió para luego reir

-¿En serio? -

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